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Defensa de la cultura

  • Foto del escritor: danidominguez95
    danidominguez95
  • 17 ene 2017
  • 2 Min. de lectura

Que en Extremadura somos poquitos lo sabe cualquiera. Poquitos pero bien avenidos que dice mi madre. Supongo que no le dan el carné de extremeño a cualquiera. Somos una de las regiones más desconocidas en España y, numerosas ocasiones, los prejuicios nos persiguen. Prejuicios, la mayor parte de las veces, sumamente graciosos. Pero quizá lo más sorprendente dentro de nuestra región es la cantidad de artistas que hay. Algo que es desconocido incluso para nosotros. Mala señal. Algo falla.

Cuatro años como coordinador del Concurso de Talentos “Me Gustas Tú” me ha servido para conocer a una gran cantidad de ellos. Artistas que, en muchas ocasiones deberían estar llenando estadios. Sin embargo, he escuchado muchas veces esa expresión de resignación: “de la música no se puede vivir”. Se puede cambiar música por teatro, pintura o cualquier otro tipo de arte. Parece que tenemos asumido que la cultura o el arte no son una forma de ganarse la vida.

La cultura es riqueza económica pero, sobre todo, mental. “La cultura es el ejercicio profundo de la identidad”, defendía Cortázar. Ganarse la vida con el arte no debería ser una utopía, debería ser una obligación. Y debería ser otra obligación defenderla entre todos. Y defender la cultura significa ir a ver esa obra de teatro que hacen los vecinos de tu pueblo en la Casa de la Cultura; tomarse un refresco en ese bar en el que hay concierto y que, a su vez, el dueño de ese bar pague la actuación a esos chicos que van a tocar y que tienen la esperanza de poder seguir haciendo eso que tanto les gusta. Defender la cultura es bajar el IVA de las entradas del cine (y del teatro, de los conciertos…). Es permitir la entrada de menores a cualquier concierto. Y así, la cultura nos lo agradecerá de muchas formas.

Imaginad ese día en el que Extremadura sea conocida como la tierra de los jamones y de la cultura. Imaginad el día en el que España un escritor esté mejor reconocido que un contertulio. Imaginad.

Artículo publicado en España con Equis

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